El chip (1ª parte)

Era verdad que había vivido momentos importantes, con el corazón golpeando como un desesperado, la garganta seca y el temblor en las manos. Los exámenes orales durante la carrera, la lectura de la tesis. Pero no iba a engañar a nadie, y menos a sí mismo. Aquello era un antes y un después.

Casi veinte años de investigación. Fracasos, incomprensiones, noches sin dormir. En el recuerdo, las risas de quienes le llamaron loco y las caras de circunstancias de quienes, sin llegar a tanto, tampoco creían en aquel proyecto.

Pareciera como si el fondo de la enorme sala se difuminase. ¿Era un efecto óptico, la disposición de la luz o su propio cansancio? Arrepentirse no era una opción. O pasaba a la Historia como un genio, o lo hacía como un pobre diablo. Vértigo.

Se estiró ligeramente las mangas de la chaqueta, tomó un sorbo de agua y sin pensar en nada se lanzó.

-Buenos días a todos. Como algunos de ustedes ya conocen, el proyecto que me dispongo a presentarles incide de lleno en las capacidades mentales humanas. El equipo que he dirigido durante varias décadas se planteó cuales podían ser los efectos de una intervención no farmacológica en nuestro sistema nervioso central con la finalidad de… -tragó saliva y alzó la cabeza- disociar las capacidades racionales de los elementos emocionales que marcan el rumbo de nuestra conducta.

No le extrañó que algunos de sus colegas no pudieran reprimir el murmullo, aunque la cortesía académica imperó y el silencio no tardó en volver al auditorio.

–He de aclarar ante todo que nuestro proyecto supone una colaboración, hemos llegado a crear una sinergia entre facultades de Psicología y Medicina, escuelas universitarias de Informática y Computación en aras de alcanzar metas nunca antes imaginadas por la humanidad.

-Tras estar cinco años diseñando y probando dispositivos electrónicos en roedores y primates, –las diapositivas de los animales implantados acompañaban el discurso apareciendo en una pantalla grande tras el orador– nos decidimos a dar el salto a experimentar con sujetos humanos voluntarios.

Tomó un poco de aire dándose cuenta de que, como el que desciende por un cráter, se acercaba al núcleo de su disertación.

–He de confesar que al dar el salto a las pruebas con humanos no estábamos para nada seguros de que fuésemos a encontrar un número de sujetos suficiente como para que la muestra fuese estadísticamente válida. Comenzamos con tres sujetos, no obstante el número no nos arredró, conforme avanzaban los trabajos y se extendía el conocimiento de nuestro proyecto en el mundo universitario se nos unían más y más voluntarios.

Llegó el momento de levantar la cabeza y de mirar al auditorio como a un rival ante el que no hay que arredrarse.

-Hoy podemos afirmar con orgullo que hemos llegado a trabajar con más de doscientas personas de distinto sexo, edad y extracto social, consiguiendo como digo un muestreo suficientemente fiable de cara a nuestros propósitos.

Tomó un sorbo de agua y a continuación su colaborador le entregó el mando del proyector para continuar.

En la pantalla se leyó;

DISPOSITIVO ELECTRÓNICO PARA LA DISOCIACIÓN DE LOS ELEMENTOS EMOCIONALES Y LAS RESPUESTAS RACIONALES EN SUJETOS HUMANOS

Mientras tanto el profesor levantó en su mano derecha al gran protagonista del evento.

-Este, queridos colegas, es el dispositivo que hemos diseñado. Básicamente es un chip que puede ser activado a voluntad para anular los efectos que tanto el sistema límbico como la amígdala llevan a cabo sobre nuestras capacidades mentales superiores; planificación, razonamiento lógico, toma de decisiones, etc. Como habrán adivinado, la finalidad es conseguir que nuestras funciones mentales superiores puedan funcionar descontaminadas de elementos ajenos que les hagan ser menos efectivas y más proclives al error. A continuación les presentaré unos vídeos cortos que ilustrarán los hallazgos realizados.

Sujeto 1 se leía en la esquina izquierda superior de la imagen. Un hombre de algo más de treinta años con pelo castaño y mirada atenta, escuchaba la voz de un entrevistador cuya imagen no aparecía en pantalla.

-¿Cuál es el mejor equipo de fútbol?

Abriendo los ojos e imprimiendo fuerza a su voz replicó;

-Sin duda ninguna el Atlético Macanudo. Dicen que no hemos ganado muchos trofeos en los últimos años pero se olvidan de que Pizzi, el entrenador ya venía de hundir otros equipos antes de llegar al Macanudo. Además, todos se olvidan también de los horrendos arbitrajes que hemos tenido. En los últimos partidos nos han robado dos penalties. Vamos. De vergüenza.

La imagen se congela y el profesor añade;

-Ahora veremos la respuesta tras la activación del dispositivo;

El sujeto 1 aparecía con unas gafas. Ojeaba con dedicación lo que pudieran ser varios periódicos que tenía delante. Al rato responde de forma tranquila;

-La delantera del Gringos CF es la más goleadora de la liga. Sin embargo parece que la zaga hace aguas, llevan encajados 34 goles. Diez más que el segundo clasificado, el Pentágono. Sin embargo la evolución más destacable del campeonato es la del Silver Blade. En los 10 primeros partidos 10 goles encajados y solo 3 conseguidos. ahora está casi en puestos europeos recibiendo solo 1,5 goles de promedio por partido y marcando 2. En fin, aún queda casi toda la segunda vuelta para poder determinar quien es el mejor.

Acto seguido apareció el sujeto 2. Una mujer de unos cuarenta años con camisa roja, el pelo moreno, recogido y gafas de montura fina.

-Los marrones son gente seria. Con ellos hay menos paro, más seguridad. ¿Casos de corrupción? Todos tienen casos de corrupción. Verás cuando lleguemos al gobierno. Se van a enterar algunos. Además, los amarillos en el pasado solo han significado hambre y represión.

-Pasamos a observar los efectos del chip.

-Con el gobierno de los amarillos han bajado las cifras de desempleo, pero si las desglosamos aparece que la mayoría de los nuevos empleos son temporales. Por tanto, las nuevas afiliaciones a la Seguridad Social hay que relativizarlas. Del mismo modo, hay que recordar que es verdad que el número e delitos contra la propiedad han descendido con los marrones, pero al mismo tiempo han subido los cuestionamientos de organizaciones e instancias internacionales de derechos humanos. No tengo nada claro a quien votaré en las próximas elecciones.

–Estimados compañeros. El sujeto número 3 nos va a narrar en primer lugar una salida nocturna en condiciones habituales y posteriormente contará como le fueron las cosas al siguiente fin de semana con el chip activado.

Una muchacha de poco más de veinte años con el cabello moreno largo y rizado, y una chaqueta de punto morada apareció en la pantalla.

-Yo iba a desmelenarme. Empecé con una cerveza y al momento estaba con el primer cubata. Jajaja. En eso que veo a un tío que parece que se está fijando en mí. No era gran cosa pero había que aprovechar. Mientras los cubatas seguían cayendo. Jajajaja. Total, que me aposté 10 euros con Lucía a que nos enrrollábamos. ¡Ya tengo 10 euros más para el próximo findeee!

-Empecé por una «sin». Mientras hablaba con mis amigas se acercaron unos que empezaron a hablar con nosotras. Eran realmente simpáticos. Decidí tomar la iniciativa de darle el teléfono y decirle a Lucía que fuésemos a otro sitio. Si realmente quieren algo conmigo me escribirán o llamarán. Ya en el siguiente local decidí tomarme una birra y bailar algo. Estuvo bien la noche. La próxima, me toca a mi no beber para poder conducir.

Un mar de caras serias emergía del auditorio ¿Interés, crítica, envidia? Se acercaba el momento de la verdad. El orador tomó un trago, esta vez más largo que los anteriores.

-Bien compañeros. Estoy abierto a que planteen todas las preguntas y aclaraciones que consideren convenientes.

CONTINUARÁ