-¿En serio dijo eso?
-Como lo oyes. Que se acerca el día del libro y que hay que preparar un trabajo «en homenaje a la literatura», a todo lo que nos aporta, bla, bla, bla... Ah bueno. Y no sabéis lo mejor, dijo también que el trabajo debe de ser original, muy original. ¡De ocho a diez páginas! Ea.
-Joder con la de literatura. ¿Y como se hace un trabajo en homenaje a algo?
-Pufff. Vaya rollo. Como odio esto. Te mandan algo, no sabes como hacerlo, y si no lo haces, te cascan un suspenso. No lo veo justo. Lo siento.
-Tranqui Gema. Puede ser que no todo esté perdido.
A ver Ana. A ti siempre se te ocurre algo. Piensa por favor.
Parecía que los ánimos de los chavales estaban más flojos que las perneras de sus pantalones. El calor y el pavo propio de la edad se aliaban para quitarles las ganas de trabajar. Todos se volvían atentos hacia Ana, la cerebrito del grupo.
-Escuchadme bien. Dijo que el trabajo tenía que ser muy original ¿no?
-Si bueno. Imagino que se referiría a lo típico, no usar Inteligencia Artificial, no copiar, etc.
-Bueno Gema -apuntilla Alberto- lo mismo hablaba de que fuese algo creativo, fuera de lo corriente.
Ana vuelve a tomar la palabra. -¡Pues ya está!
Una vez más, todos la miraban con los ojos como platos. La sorpresa se unía con la tranquilidad de saber que en más de una ocasión parecida, Ana les había sacado las castañas del fuego.
-¡Vaya! Qué rápido. Se atrevió a decir Alberto.
-Y ya sé como se va a titular. Como una enorme sonrisa, pronunció a boca llena; Litermaiden.
-¿Quéee?
-¿Eso que significa?
La chica les explicaba llena de entusiasmo.
-Vamos a recorrer las referencias literarias que hay en la discografía de la banda de Heavy Metal británica, Iron Maiden. Podríamos hacer un recorrido literario en la música metal en general, pero con los Maiden tenemos de sobra, de hecho, creo que con citar solo algunas de las alusiones a novelas que tienen en sus canciones tendremos el trabajo hecho.
-Eres una crack, Ana. Pero oye, Iron Maiden son del siglo pasado ¿no?
-Si bueno pero siguen tocando y grabando. También son del siglo pasado Julio Iglesias y la música disco, y no sé si hablan tanto de literatura en sus temas. Además, os digo una cosa…
Ya ninguno preguntaba. Se rendían a la creatividad de la chica.
-Si la tía quiere, lo hacemos en forma de concurso…Es la hora de ir al ordenador. Mirad, ya en el primer disco hay un tema con el mismo título de una novela que se ha llevado al teatro en muchas ocasiones.
–Y aquí va la respuesta correcta.
-Bueno ya tenemos una. Apunta Gema con cierto desdén.
-Una de muchas, Gema. A ver, la segunda es asimismo del segundo disco (Killers). Puede decir algo así como…
-Pero bueno -objeta Alberto- aquí ya en un título aparecen unos «asesinatos» ¿No será una pista muy evidente?
-No sé. -el empuje de Ana no decae-. Bueno la cuestión es jugar. Y te recuerdo, hacer un trabajo, o-ri-gi-nal…¿Respuesta…?
A juzgar por las caras de los jóvenes, pareciera que el entusiasmo iba in crescendo. Hasta en la escéptica Gema pareciera haberse producido una transformación.
-Deseando estoy de saber la tercera canción.
-Pues esta tiene su punto de actualidad. Mientras habla, Ana escribe algo en un papel y se lo entrega a Alberto. -Ve buscando el vídeo de esa canción. Mirad, en su cuarto disco Iron Maiden no consiguieron los derechos para titular esta canción con el nombre de la novela. Pero la novela tiene varias versiones cinematográficas, y la segunda parte de la última versión ha sido lanzada al mercado hace poco tiempo.
-Aquí la respuesta es más difícil porque como digo, no pudieron titular su tema con el nombre del libro. Alberto ¿Cómo ha ido la búsqueda?
-Pues creo que esto es lo que tenemos.
-¿Y no habrá problema con esto de que el título de la canción no coincide con el de la novela?
-Vaya como sois. Por un lado pistas muy obvias, por otro, que si no coinciden los títulos. Señores, que es un trabajo de clase. Un trabajo original. Ana no se arredraba.
-Que retintín le pones a eso de «original».
-¡Oye! Exclama Alberto. Que a lo tonto a lo tonto, llevamos tres.
-Pues ya verás, vamos a meter al menos un par de ellas más. Afirma la indiscutible líder del grupo con un guiño.
El sol se iba escondiendo con disimulo, dejando cada vez más espacio para que las sombras se fuesen extendiendo por el cuarto de estudio de la casa de Alberto. La pandilla continuaba embebida en su trabajo. Ana iba hablando y recordando como, siendo aún una niña, su padre le ponía en el coche todas aquellas canciones mientras le iba insuflando la propia pasión que ella sentía y transmitía ahora.
-Peña. Pedazo de argumento el de la novela que da nombre a la siguiente canción. Unos niños sobreviven a un accidente y tienen que arreglárselas para vivir en una isla desierta. La historia va de como se organizan y como surgen entre ellos pasiones, rivalidades, violencia, en fin… No os voy a destripar el final.
-Pero, algo más podrás contar. Inquirió Gema.
-Digamos que… te hace pensar en como somos, como es el ser humano, y de lo que llega a ser capaz. Fijaos, la canción repite; «saints and sinners», santos y pecadores. Esto es lo chulo de la literatura, te hace caer en cosas que por ti mismo a lo mejor no piensas. Y de paso, te lo pasas genial.
-Y la respuesta es…
-Tia, Ana. Me están entrando ganas de leerme eso de «El señor de las moscas». Si el pusilánime Alberto decía que tenía ganas de leer, algo importante había sucedido. Pero el paso de las horas no perdonaba. Gema verbalizó lo que todos sabían.
-Oye gente. Yo me tengo que ir a mi casa. Pero bueno, del bajón que tenía al principio a como estoy ahora, guau. Ahora creo que podemos presentar un buen trabajo y, déjame decirlo Ana, original.
Todos se carcajearon al unísono.
-Esto de Litermaiden va a dar que hablar. Afirmó Ana. Yo también me tengo que ir pero, dejadme la traca final. Una sociedad futurista donde todo el mundo es engendrado in vitro, consumen una droga llamada soma, y no conocen el efecto de detener los propios impulsos.
-Vayaaa. Eso prometeee. Jajaja. Todos secundaron la risa de Alberto, que remató su intervención con un sonoro, -¡Sexo, drogas y rock and roll!
-Aquí lo que parece -reflexionó Ana en voz alta- es que no está tan claro que para manipular una sociedad sea cuestión de dar palos. En el libro se insinúa que las zanahorias son tanto o más poderosas… Esta tenéis que leerla sí o sí.
Una serena sonrisa se asomaba al rostro de los chavales.
–Jooo. Vamos a triunfar. Aseveró Gema descruzando las piernas para levantarse del suelo.
-Y si la seño quiere. Le hacemos otro trabajo sobre metal y literatura española. Eso será con grupos españoles, claro.
Los tres chocaron las manos antes de despedirse en señal de complicidad y camaradería. Ana no pudo aguantarse de una última recomendación.
-Mientras vais a casa escuchad este temazo basado no en una novela, sino en un poema escrito por Samuel Taylor Coleridge. Que os aproveche…
Habitante de la Noche 
A primeros del mes de Junio vamos a Almería. Enhorabuena por la entrada. Es muy interesante. Saludos.
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